LAS VELAS HABLAN...SI SABES MIRAR

Las velas no solo iluminan un espacio: también comunican. Si alguna vez te has quedado observando los restos que deja la cera al derretirse, no fuiste el/la único/a. Así como se leen las hojas de té o el humo del incienso, la cera también tiene un lenguaje simbólico que puede ayudarte a comprender tus emociones, procesos internos o incluso las energías a tu alrededor.

Exploraremos cómo “leer” la cera de una vela una vez que ha sido encendida con intención. Porque sí: la vela también te habla, si sabes mirar.

✨ ¿Por qué observar la cera?

Cuando enciendes una vela con una intención clara —ya sea amor, protección, calma o creatividad— estás activando una energía. La manera en que la vela arde, y sobre todo cómo se comporta la cera, puede mostrarte si esa intención está fluyendo libremente o si hay bloqueos que debes revisar.

Observar la cera es una forma de practicar mindfulness, de conectarte con lo que está pasando en tu interior… y de abrirte a mensajes sutiles.

🔍 ¿Qué mirar?

Después de apagar tu vela o dejar que se consuma sola (idealmente en un ambiente tranquilo), fíjate en lo siguiente:

1. 

¿Se derritió pareja o dejó mucha cera dura?

• 🔥 Derrite uniforme: la energía fluyó bien. Intención alineada.
• 🧱 Cera sin derretir: puede haber resistencia o bloqueos. Quizá no estás lista para soltar algo o tu intención no era tan clara.

2. 

¿Se formaron figuras?

• Puedes usar la intuición: mira la forma sin buscarle explicación lógica y deja que tu mente te diga “eso parece un…”. A veces se ven corazones, alas, gotas, serpientes, lunas, flores… cada figura puede tener un mensaje para ti.

3. 

¿Hubo túneles o cráteres?

• 🕳 Túneles en el centro: energía contenida, guardada. Puede indicar que necesitas expresar más tus emociones.
• 🌋 Cráteres o formas caóticas: energía intensa o reprimida saliendo de golpe. Cuidado con el estrés o emociones acumuladas.

🌙 Mini guía simbólica de formas comunes

💡 Consejo final

Ten siempre un cuaderno cerca cuando trabajes con velas. Después de cada ritual o encendido intencional, anota lo que observaste en la cera. Con el tiempo, empezarás a reconocer patrones que reflejan tus propios procesos internos. Y recuerda: no hay respuestas absolutas, solo señales que pueden guiarte.

Las velas no solo iluminan el camino… también lo susurran.